Cada uno en su propio aislamiento, cada uno con su propio calvario, sin comunicación directa pero sabiendo que estaban en ese lugar por un mismo motivo: ser detractores al régimen de Nicolás Maduro.
Edgar Zambrano pasó 135 días en la celda 12A de la cárcel militar de Fuerte Tiuna, un lugar donde jamás imaginó que tendría como vecinos al exministro chavista Miguel Rodríguez Torres y al general Raul Baduel.
En exclusiva para Caraota Digital, el primer vicepresidente de la Asamblea Nacional (AN) dio detalles acerca de su reclusión, entre ellas la relación que mantuvo con su familia, el aislamiento al que estuvo sometido y la «comunicación» que mantenía, con él mismo los ha catalogado: «Compañeros de infortunio».
«Nunca pudimos coincidir en ninguna actividad porque formaba parte del aislamiento que teníamos. Lo que hacíamos en común, cada uno en su celda era la hora de los alimentos. Uno gritaba ¡Vamos a comer! Y cada uno lo hacía en su celda», relató.
Zambrano admite que Rodríguez Torres y Baduel se encuentran «firmes y fuertes, con mucha dignidad, voluntad y coraje».
El parlamentario confesó que sintió miedo por su familia mientras se encontraba en prisión. «Escuchar a mi nieta de apenas 4 años decirme a través del vidrio: abuelito yo no quiero que tu estés ahí (…) hace que sea un momento de mucha sensibilidad humana».
Zambrano aseveró que ha salido sin rencores. Dice que con más fe. Más creyente de Dios y con más amor a la familia, a quienes reconoció ha descuidado por hacer política.