Las autoridades de Trinidad y Tobago siguen de cerca el posible derrame desde un buque de almacenamiento de crudo de la petrolera estatal venezolana Pdvsa varado en el golfo de Paria, frontera entre ese país y el estado venezolano de Sucre, lo que podría causar un desastre medioambiental histórico.
El Ejecutivo trinitario siguió este lunes con especial atención cómo evoluciona la situación del Nabarima, una unidad flotante de almacenamiento de crudo, que contiene más de un millón de barriles de petróleo y se inclina con el riesgo de zozobrar en el citado paraje.
La situación que sufre el buque Nabarima no es nueva, pero el riesgo de que de forma inminente el buque pudiera zozobrar ha hecho levantar todas las alarmas, ya que fotos recientes de la embarcación muestran cómo, día a día, va sumergiéndose un poco más.
Medios locales denuncian que la situación del Nabarima es una auténtica bomba de relojería ya que de, finalmente, perderse el crudo almacenado el daño ecológico sería monumental, afectando a Trinidad y Tobago, Venezuela y en general toda la región caribeña.
La prensa de Puerto España refleja el testimonio de pescadores que denuncian que durante las últimas semanas se ha podido comprobar cómo la unidad flotante de almacenamiento de crudo abandonada se inclina más y más drásticamente en el agua.
Algunos ya han asegurado que se trata de un accidente que está sucediendo en cámara lenta el del Nabarima.
La embarcación, que es propiedad de Pdvsa, habría sido abandonado con cerca de su capacidad máxima de transporte cuando Estados Unidos impuso por vez última sanciones al régimen de Venezuela.
Las denuncias apuntan el total abandono de una embarcación con un gran cargamento de petróleo mientras se deteriora en el mar.
La Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela ya denunció la situación del Nabarima, apoyada por imágenes en las que se podía ver las condiciones deterioradas del barco.
El grupo de Trinidad y Tobago de defensa de pescadores y amigos del mar denunció este fin de semana el riesgo para la seguridad ambiental de la zona.
El grupo apoyó sus denuncias con documentos gráficos en los que se ve la inclinación drástica, además de advertir de que, si se registrara una situación de mal tiempo, la embarcación podría volcar y el crudo, probablemente, derramarse en el mar.
Fuente: El Nacional